Porque a pesar de todo...

Llamarme loco si digo que tengo ganas de enamorarme, porque estaría mintiendo, no quiero, solo de pensarlo me entran calores insoportables y miedos de todo tipo flanqueados por golpes de esperanza. Pero no le tengo miedo al amor, sino al amante.
No me importaría dedicar un poco de mi tiempo a otra persona, partir mi mente en dos y que tu te establezcas en alguna de mis islas mentales. Pensarte alguna vez que otra; decirte algún te quiero tonto y fugaz. Mirarte embobado cada vez que hablas; cada vez que nos miramos; llegar a percatarme del tenue latido de tu corazón cada vez que nuestros cuerpos se fusionan haciendo que 1+1 sume otro.
Sentir tu aliento en mi nuca, mientras me abrazas por detrás, por delante de mis miedos.

Mi corazón esta abierto, pero no para alguien fatuo, no para alguien que considera todo esto un juego.
Abierto para alguien que sepa valorar lo que tiene delante, con todos mis defectos y alguna que otra virtud; alguien con verdad en la mirada y ternura en sus ojos. Alguien que consiga hacerme volar, llorar de felicidad, evadirme de este universo de ruindad en el que me ha tocado vivir. Alguien que sea capaz de hacerme sentir cada día como el rey de mi mundo, y a la vez como el ápice del mismo

Creo que no pido millones, simplemente pido lo que doy, lo que merezco que me den.

Recuerda: No cierres tu corazón por alguna pesadilla pasada. Solo cierra los ojos y vuelve a soñar. Alguien hará que tus pesadillas se esfumen y por fin empieces tu sueño